
Mi historia
Desde que probé trabajar y estudiar por Home Office, cambio mi precepción del tiempo, la familia, la libertad personal, la libertad financiera y mi autoconocimiento.
Romper paradigmas, no me ha significado dejar de estudiar, o buscar dinero fácil; ¡al contrario!, reconocer la existencia de la evolución tecnológica, contar con herramientas personales y profesionales gracias a mis padres, implica sostenerse uno mismo, con más inteligencia, fuerza, decisión y amor. Estudie, entre otras cosas, aromaterapia en estados emocionales, masaje holístico, pasé de ser empleada del gobierno a montar una cafetería y ahora, a éste modelo de franquicias, que me ha dado un refrescante sentido a mi vida, pues estar dentro del mundo de los aromas me causa alegría y satisfacción; verte a ti, que también te guste, lo goces y lo disfrutes. Me inscribí, sin tener producto, me enamoró la vista un difusor hermoso y la invitación de una chica encantadora, ya tenía fecha de mi primer Bazar.
Hoy, me estoy dando la oportunidad de desaprender para aprender, desempolvar mi creatividad, mi imaginación, así como de disfrutar los pequeños detalles que la vida me da, los cuales no me había dado cuenta por estar tan abrumada en la oficina, en el tráfico, entre papeles, horarios de entrada más no de salida, poco a poco olvidándo quien soy, a dónde voy, que me apasiona.
Un día me llegó un whatsapp con un mensaje que me resonó y dice así: No puedes volver atrás y cambiar el principio, pero puedes comenzar donde estás y cambiar el final.
Gracias gracias gracias.